Bienvenidos a una boda única, la boda de María y David. Y digo única porque aquí están prohibidos los protocolos, porque el catering no tiene nada que ver con una boda tradicional, porque el lugar de la boda no tiene nada que ver con lo tradicional y porque el único requisito obligatorio es divertirse.
Conocí a María y David gracias a la boda de sus amigos Sara y Dani ( otros clientes maravillosos ) y se que desde esa boda querían que yo fuese su fotógrafo. Esta fue una boda única porque ellos son una pareja única. Nada les importaba más que la diversión y eso me encanta.
Anécdota: durante el maquillaje de María hubo un olvido de un detalle que normalmente sería algo muy grave para otras novias, momento de nervios hasta que maría dijo “tranquilos eso no tiene importancia yo vengo aquí a disfrutar”, ahí ya me quedó aún más claro que iba a ser un día especial de verdad.
Se casaron en un lugar apartado, la Finca Milloserodio, un lugar con un encanto especial.
En banquete fue a cargo de Fogar do Santiso, menú rural gallego (impresionante)
Y para animar la fiesta … como no, Master discotecas Móviles, FIESTÓN garantizado.
Suena a típico, pero esta boda es de las de no olvidar. Creo que nunca me reí tanto en una boda.